Pese a que las explosiones en el volcán Tungurahua continuaron ayer, el Instituto Geofísico señaló que no existe una variación en el nivel de actividad del coloso con “una relativa calma”.
Los bramidos del Tungurahua acompañados de movimientos sísmicos no cesan en el volcán de 5.023 metros de altura sobre el nivel del mar. Sin embargo, “respecto del viernes (cuando inició un nuevo ciclo eruptivo) hay mucha menos emisión de ceniza, vapor y material volcánico”, dijo a la AP Benjamín Bernard, técnico del organismo.
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Recalcó que “no se ha reportado caída de ceniza” en poblaciones aledañas ni se ha observado material como bloques o rocas incandescentes rodando por los flancos del volcán, pese a la poca visibilidad debido a la niebla que rodea al Tungurahua.
La expulsión del material que arrojó el viernes el volçán explicaría “la calma” que experimenta por ahora sin que se pueda descartar un nuevo evento eruptivo, explicó el experto.
En tanto, las operaciones aéreas en el aeropuerto Joaquín de Olmedo en la ciudad porteña de Guayaquil, se reanudaron luego de permanecer suspendidas hasta la víspera debido a la caída de ceniza que sorprendió el viernes en esa zona del país.
Al menos 2.500 personas y 2.600 cabezas de ganado debieron ser evacuadas de las zonas de riesgo, mientras unas 3.000 hectáreas de cultivo resultaron afectadas.
La alerta naranja, de mediana intensidad, se mantiene en los poblados cercanos al volcán, y la amarilla, de menor intensidad, en las zonas de bajo riesgo
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